Presentación de dos obras de un ecologista histórico
Pedro Costa Morata (Águilas, 1947) adquirió una preparación diversificada estudiando Formación Profesional (rama Eléctrica), ingeniero técnico de Telecomunicación, Ciencias Políticas y Sociología y Periodismo. Pero se define como ecologista, tras haber asumido la lucha antinuclear en los primeros años 1970, la defensa del litoral, la crítica del industrialismo y las infraestructuras agresivas, el análisis alternativo de la economía, el cuestionamiento de la arrogancia de Occidente… De espíritu independiente, abandonó la ingeniería para ejercer de periodista y, durante 30 años, de consultor ambiental, jubilándose en 2015 en la Universidad Politécnica de Madrid, donde impartió la asignatura Ciencia, Tecnología y Sociedad. Es Premio Nacional de Medio Ambiente (1998) e Hijo Predilecto de Águilas (2017).
Presenta en La Maliciosa dos de sus obras: «La saga de Cope: piratas, asaltos y mandobles» y «Finisterres de Iberia».
«La saga Cope: piratas asaltos y mandobles», segundo volumen de la colección “Escritos de Agitación”, Pedro describe, casi siempre en primera persona, los avatares de esa luminosa comarca mediterránea, la Marina de Cope, a caballo de los municipios murcianos de Águilas y Lorca, desde que su sereno aislamiento fue alterado por el proyecto de una central nuclear (1973-1974). El rechazo que esto suscitó, y que él capitaneó en un episodio de muy pedagógica lucha socioecológica, contribuyó a frenar sensiblemente el proceso emprendido de nuclearizar España. Tras este fracaso industrial se abatieron sobre esa misma Marina las ambiciones turísticas, primero con una carretera litoral que atrajera la inversión (1979), y después con el gigantesco proyecto llamado “Marina de Cope” (2002), a cargo del Gobierno regional, un atrevimiento que fue contestado y anulado por el ecologismo murciano, y en el que también Pedro Costa intervino.
En «Finisterres de Iberia», el segundo de la colección “El destino de Odiseo”, el autor ha escogido, en su proyecto de ofrecer “geografías sugerentes que inciten al viaje con sentido”, las cuatro esquinas con que la Península Ibérica se muestra al mar fascinante y al horizonte infinito. Así, Pedro Costa propone un paseo alerta y meditado que se inicia por el Finisterre gallego, también llamado Costa da Morte, y de claros vínculos jacobeos; sigue por el Cabo de Creus catalán y fronterizo, pero siempre abierto a gentes y aires mediterráneos; el Cabo de Gata, tan africano, al que enmarcan un vulcanismo espectacular y una mar deslumbrante; y el portugués Cabo de Sao Vicente, ventoso y aventurero, con su proa al océano y a medio mundo.
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Fecha de expiración - 22-11-2024
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