ABAJO EL TRABAJO

Para empezar, algunos lemas clásicos: “abolición del trabajo asalariado y todas las formas de explotación”, “No trabajéis jamás”, “Abajo el trabajo”, “Si el trabajo fuese cosa buena, se lo quedarían los ricos para ellos solos” y, por supuesto, “el derecho a la pereza”. A lo largo de la historia movimientos revolucionarios, obreros, feministas y autónomos han tomado la bandera de la lucha contra el trabajo asalariado como medio fundamental de lucha contra el dominio capitalista.

La fuga de la fábrica, el sabotaje del proceso productivo, la desafección a la ética del trabajo han sido constantes de nuestra historia desde el nacimiento mismo del trabajo asalariado en los albores del capitalismo. Vagabundos y brujas de la edad moderna, migrantes, exiliados y apátridas de todos los tiempos, obreros radicalizados en lucha contra las fábricas o jóvenes autónomos contra la precariedad son algunos ejemplos de estas luchas.

“No pidas trabajo, que te lo dan” se gritaba en las manifestaciones contra la globalización en referencia al reparto del empleo a través de empleos precarios, inestables, sin derechos, de bajísimos salarios. Se trataba de un lema desconcertante, pero anunciaba los nuevos modelos de empleo, aquellos que llevaban a los trabajadores y trabajadoras a la pobreza, donde el salario y el trabajo no eran garantía de acceso a nada: ni vivienda, ni consumo, ni una vida digna.

Trabajos de mierda, en un mundo de mierda. Pero ¿Cómo seguir creyendo en la ética del trabajo?¿Cómo no dejarse atrapar por su obligatoriedad y su reconocimiento? ¿Cómo devolverle permanentemente a su lugar primero, el de la coerción sobre nuestras vidas?

En este curso haremos un repaso de un amplio abanico de posiciones políticas, empezando por la edad moderna, de quienes han pensado y elaborado esta huída del trabajo, que han rechazado su lógica y su ética, que han pensando un mundo más allá del trabajo asalariado.