La crisis global que vivimos se expresa en muchas dimensiones. Se trata de una realidad a nivel ecológico, económico y social, pero también de cambios de hegemonías. Esto quiere decir que nos enfrentamos a cambios definitivos en la configuración territorial y geopolítica del poder. También quiere decir que la guerra vuelve a estar presente en todas estas dimensiones como forma última de mantener el poder y las hegemonías construidas en el mundo contemporáneo.
Europa está en su mayor momento de descrédito e incapacidad a la hora de afrontar un mundo que se le va de las manos. El viejo colonialismo se tambalea. Esto se produce no solo porque la guerra de Ucrania se haya inscrustado en su territorio, también tiene que ver con el debilitamiento de sus economías, la contestación a su poder colonial y la pérdida de legitimidad global.
Mientras tanto, los resortes de su poder se endurecen. La masacre isaelí en Palestina, el pulso militar en África, los pactos migratorios o la subordinación a Estados Unidos delatan la posición europea cada vez más subordinada. Así, la reacción militarista, también la reacción nacionalista, se han convertido en un modo de gobierno que poco a poco ocupa el corazón mismo de la política.
En este curso pensaremos como se puede salir de estas lógicas belicistas que llevan a una política de bandos. Cómo podemos entender el mundo a partir de la necesaria paz y la construcción de posiciones antagónicas con las dinámicas de guerra y de expulsión, cuando no extermino, del otro. Todo el contexto colonial europeo está en crisis. El Este de Europa, Oriente Próximo o África son algunos ejemplos. ¿Qué sabemos de estas realidades?¿Cómo se están abordando estos conflictos tanto en el contexto europeo como el resto de territorios? Estas son algunas de las preguntas que trataremos de hacernos, sobre todo cuando nuevas hegemonías surgen al calor de la crisis europea y de Estados Unidos. Países como China, India o Brasil impulsan nuevas hegemonías económicas y políticas que desmuestran el cambio definitivo de nuestro mundo.